Los altos índices de acceso a internet y de adopción de smartphones son características actuales de varios países latinoamericanos. Sin embargo, se estima que en la región el 40% de la población no está bancarizada. Es por eso que las apps financieras tienen por delante un amplio terreno fértil para desarrollarse. 

Parte de nuestra estrategia en flexibility para facilitar esa inclusión financiera es desembarcar en aquellos lugares donde la digitalización está rezagada con una propuesta de aceleración. En ese sentido, las expectativas del sector fintech están centradas en un fuerte crecimiento en países como Perú, Ecuador, Paraguay y Bolivia. 

“Estamos apuntando a cerrar un cambio en nuestro modelo de negocios para potenciar el producto y así aumentar nuestra facturación. En 2021 queremos que el volumen de producto crezca un 50% y la facturación un 300%”, resume Pablo Ces, CEO de flexibility.

Para triplicar la facturación, sabemos que es necesario invertir en potenciar flexibility plug. Se trata entonces de darle mayor volumen a las posibilidades de construcción de nuestro middleware.

No es ni más ni menos que un círculo virtuoso: gran parte de nuestra rentabilidad se utilizará como inversión para hacer crecer el producto. De ese modo, se amplía la presencia en el mercado regional, y es posible aplicar los conocimientos y las estrategias que ya sabemos que funcionaron en otros mercados.

Un mayor uso de herramientas vinculadas a la banca digital abrirá un abanico de posibilidades para el crecimiento de un sector acostumbrado a innovar y a crecer. El 2021 se vislumbra con buenas oportunidades para el ecosistema fintech argentino.

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