Banca Digital

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Billeteras digitales: beneficios de una modalidad que crece

Por Juan Manuel Rodrigo

Las billeteras digitales son aplicaciones que, instaladas en el teléfono celular, permiten hacer transacciones mediante una tarjeta de crédito, tarjeta de débito, cuenta bancaria o cuenta virtual. De este modo facilitan trámites que antes solo se realizaban con dinero en efectivo e incluían desplazarse hasta el banco, elegir un cajero, hacer filas y, sobre todo, perder tiempo de nuestro día.

Entre las ventajas de esta nueva modalidad están las bajas barreras de entrada, acceder a estos servicios es muy simple: basta tener un celular, descargar la aplicación que elijas y un documento de identidad . A  nivel financiero, algunas de las posibilidades que brindan las billeteras digitales son el acceso a créditos y a préstamos. Pero también a la adquisición de criptomonedas, esta forma de inversión que hoy está en boga y que aparece como un  diferencial importante a  los servicios clásicos de inversión que brindan  los  bancos o las entidades financieras tradicionales. 

Uno de los temas que más preocupa a quienes comienzan a usar billeteras digitales es el de la seguridad. Sin embargo, es interesante mencionar que por las reglas que tienen que cumplir estas aplicaciones, existen “políticas de desarrollo seguro” y hasta normas internacionales que aseguran la integridad y privacidad de los datos e información sensible. Y que, por otro lado, hay importantes políticas de seguridad en la arquitectura que las sostiene, ya sea en cloud o en servidores físicos.

Si hablamos de seguridad, entonces tendríamos que empezar por lo más simple y expuesto, que es el usuario y su celular. Con eso cubrimos gran parte de lo que nos interesa de este problema. Si elegimos una billetera, tenemos que saber qué aplicación estamos bajando, saber que es de fuentes fiables y de una entidad reconocida. Luego tenemos que cuidar nuestras propias políticas de seguridad. Esto incluye utilizar contraseñas fiables (evitemos nombres y fechas de nacimiento, por ejemplo) y hacer que el teléfono donde tenemos la billetera sea seguro con un pin de acceso, por ejemplo, para que no sea posible acceder ante un robo, extravío o incluso mediante la llamada “inteligencia social”.